jueves, 26 de mayo de 2011

¿Cuántas veces hemos muerto?

¿Cuántas veces hemos muerto?,

y con los deseos de que no amanezca.
Con el cuerpo pesado y las manos inútiles

Matando las esperanzas,
Acuchillándote las entrañas

Cortándote los dedos, y formándolos del más grande al más pequeño


¿Cuántas veces hemos muerto?,
pretendiendo que no nos duele,
deseando a la misma muerte.

Moribundos sobre la cama
Destilando la putrefacta esencia,

desprendiéndose el alma resignada;

que este cuerpo ya no es suyo,

que es hora de ascender o descender según lo que diga tu juicio.


¿Cuantas veces no hemos muerto?
Jugueteando, mirando a otros ojos para convencer a la soledad.
Llorando por los rincones, hablándole a los retratos.
Susurrando gemidos de lamento.

Tu sombra es de agua,

Y la lástima alzando la mano en el borde de tu cabeza,

en el paisaje que se ve alrededor de ella.


Frágil cuerpo que no podría levantarse más,
delgadez que romperían como las burbujas que hacías cuando bebé y todos se reían.

Y a mí me da lástima,

me da una lástima verme así,

pero más lastima me da verme solo,

y que después de decirte esto tomarás tus pertenencias, te darás la vuelta, blasfemarás camino a la puerta, y te iras.

Mañana lo gritaras en la plaza,

lo susurras en las orejas siguientes que un hombre esta deprimido,

que un hombre exagerado dice; le duele el alma,

que un hombre dramático ha terminado la puesta en escena y está bajando el telón.

Pasado mañana me dará lástima haberme visto morir solo,

y verte hundido en la vergüenza,

deseando tu ahora la muerte

por no haber querido ayudar a este hombre que ha muerto más de cien veces,

por el miedo,

por lo cobarde que eres,

porque tú has muerto más de mil.