jueves, 15 de noviembre de 2012

Monday

Sonidos que vigilan el silencio de la habitación. Sueños que se incorporan por la madrugada. La primera sonrisa que verás por la mañana. El eco del tic tac retumbando en el espejo donde te miras. Te peinas para un lado, te peinas para el otro. Te miras. ¡Qué mal te ves! Te miras. Debes salir. Te miras. Fuerzas la sonrisa para este nuevo día. Volteas a mirar a esa mujer que aun duerme en la cama y parece que podría dormir eternamente. ¿En qué momento verla en tu cama con las piernas descubiertas dejó de provocarte erecciones? Es ella, la que siempre está ahí. Es su vaso de agua el que siempre amanece como fue servido por la noche. Ella nunca toma el agua, pero siempre lo sirve por si le da sed. Es ella la que pone tu alarma a las 6 am. A las 6 am. Ya son las 7. Te daría tiempo de hacerle el amor, tener un orgasmo y obtener una sonrisa más fluida al llegar al trabajo. Pondrías música en el auto a todo volumen y cantarías. Siete quince, tus pensamientos te robaron quince minutos de la mañana, mejor te preparas un café. Dos de azúcar  ¿O mejor sustituto? Tal vez sea hora de comenzar a cuidarse. La próxima semana cumples CUARENTA. A tu edad te da pena decir que aun no tienes a tu primogénito  pero más pena te da decir que ya tienes su nombre: Rafael. Rafael Vasquez Martínez. Ez ez, ¿Riman, verdad? Rafael de tal. Fulanito de tal. Si es niña, que escoja su mamá. Un sorbo al café. Se empañan tus lentes. Te los quitas. Otro sorbo. Son las ocho. Está muy caliente, si esperas que enfríe no llegarás a tiempo. Es hora. El coche te espera afuera para sintonizar las noticias que sólo te deprimen más cada mañana. Ya es hora. El sol está afuera. La gente camina y conduce apresurada. ¡Qué ya es hora! Sal. Te pones el saco. Última sonrisa al espejo. Sales. Te vas. ¡Qué tengas un gran inicio de semana!